Hace dos días, Bahía Blanca, una ciudad de 350.000 habitantes ubicada en el sur de la provincia de Buenos Aires, se vio sumida en una tragedia climática sin precedentes. Las intensas lluvias –algunas fuentes registran más de 300 mm en pocas horas– provocaron el desborde de arroyos y canales, inundando calles, viviendas y áreas críticas como hospitales. Según diversas fuentes de medios verificados como Infobae, TN, Clarín y Bio Bio Chile, hasta el momento se han confirmado 13 fallecidos, con algunas víctimas aún sin ser identificadas y alrededor de 1.059 personas evacuadas en distintos centros de emergencia.
Respuesta Gubernamental y Operativos de Asistencia:
El gobierno provincial, en coordinación con el Gobierno nacional y las autoridades municipales, ha desplegado un operativo masivo de emergencia. Entre las medidas adoptadas destacan:
Despliegue de Fuerzas y Recursos:
Se han movilizado efectivos de Defensa Civil, Policía Federal, Gendarmería y fuerzas armadas (incluyendo helicópteros, botes, vehículos anfibios y equipos de rescate) para asistir en la evacuación y rescate de los damnificados. El Ministerio de Seguridad Nacional, representado por la ministra Patricia Bullrich, y el de Defensa, a través del ministro Luis Petri, han estado presentes en el terreno para coordinar los operativos.Ayuda Económica y Material:
El ministro de Economía, Luis Caputo, autorizó un desembolso de 10.000 millones de pesos para reparar los daños, mientras que se han habilitado líneas de crédito y se han enviado insumos esenciales (colchones, frazadas, alimentos, agua envasada, kits de limpieza, etc.) para apoyar a las familias afectadas. Además, se han establecido centros de evacuación en puntos estratégicos de la ciudad.Coordinación Interinstitucional:
Un Comité de Emergencia Interministerial ha sido constituido para coordinar la respuesta en conjunto entre Nación, Provincia y Municipio. Este esfuerzo ha permitido la articulación de recursos y la rápida respuesta ante la situación crítica, a pesar de las dificultades de comunicación en algunas zonas afectadas.
Impacto Social y Respuesta de la Comunidad:
La catástrofe no solo ha generado pérdidas materiales irreparables, sino que también ha afectado profundamente el tejido social y psicológico de los habitantes de Bahía Blanca. Los testimonios de vecinos relatan el horror de ver sus hogares transformados en ríos y la angustia de quienes se han quedado incomunicados. En este contexto, diversas organizaciones de la sociedad civil –incluyendo Cáritas y colectivos locales– han iniciado campañas de donación y apoyo, movilizando a comunidades vecinas y recibiendo solidaridad incluso desde países hermanos como Chile.
Apoyo Psicológico y Social:
Ante el trauma colectivo, se ha resaltado la importancia de brindar apoyo psicológico a los afectados. Equipos de psicólogos y trabajadores sociales se han desplegado en centros de emergencia para ofrecer orientación, contención emocional y asistencia para gestionar el estrés post-traumático. La labor de estos profesionales es fundamental para fomentar la resiliencia, ayudando a las personas a reconstruir no solo sus hogares, sino también su sentido de seguridad y bienestar.
Perspectiva a Futuro y Llamado a la Solidaridad:
La tragedia vivida en Bahía Blanca es un recordatorio de la vulnerabilidad de nuestras ciudades frente a los fenómenos climáticos extremos, exacerbados por el cambio climático. Este suceso invita a reflexionar sobre la necesidad de invertir en infraestructuras resilientes y en la planificación urbana que minimice el riesgo ante futuras emergencias. Asimismo, la solidaridad demostrada –tanto a nivel local como internacional– nos recuerda que, en tiempos de crisis, la unión y el apoyo mutuo son esenciales para superar los desafíos.
Seguir adelante :
El desastre en Bahía Blanca es una llamada urgente a la acción y a la reflexión. Mientras las autoridades continúan trabajando para restablecer la normalidad y reparar los daños, es fundamental que la comunidad y los países hermanos mantengan viva la solidaridad y ofrezcan su apoyo, no solo en recursos materiales, sino también en apoyo psicológico y social. Este informe se erige como testimonio del esfuerzo colectivo y del compromiso de todos para reconstruir y sanar, reafirmando que, aun en la adversidad, la empatía y la colaboración pueden marcar la diferencia.
Desde Estudio Once toda nuestra solidaridad  a su población, tenemos el honor de estar los fines de semana junto a ustedes y recibimos siempre cálidos mensajes de la zona, ojala todo se vaya recomponiendo de la mejor manera, a familiares que han perdido seres queridos nuestro mas sentido pésame. 
Jorge
Estudio Once Radio.