Hoy, mientras arrancaba el día, como casi todos los días que empiezo la jornada, mire el programa de Mario Pergolini Otro día perdido de anoche. Ya les he comentado que lo sigo desde hace tiempo porque logra algo que pocos consiguen: tomar temas que parecen livianos y meterles una mirada profesional, directa, sin perder ese tono divertido, amable e inteligente que en general derrumba barreras .
La entrevista central era, en apariencia, “más de lo mismo”: Eugenia “La China” Suárez y Mauro Icardi otra vez en escena. Para muchos, territorio de chismes, titulares fáciles y esas discusiones circulares que llenan programas de tarde. Pero me interesaba ver cómo Pergolini iba a atravesar la superficie, porque detrás de la promoción de la nueva serie de Disney, Hijas de Fuego, había algo más que desnudos, rumores y celebridades en loop.
Y no me defraudó.
Mientras parte del público se quedó con el desplante de otro invitado o con los comentarios rápidos de turno, a mí me quedó una imagen distinta. No la de la actriz perfecta, la mujer mediática o la protagonista eterna de conflictos. Lo que emergió, casi sin querer, fue la figura de la hija. Ese punto de origen que, para cualquier persona —famosa o desconocida— explica más que mil teorías.
Porque somos eso: historias que nos atraviesan.
Familias que marcaron la primera escena.
Entornos que moldearon la forma en que miramos el mundo.
Heridas que todavía buscan dónde acomodarse.
Y en esa entrevista, si uno la mira con ojos de persona común —no desde el lente de Intrusos, LAM o todo ese ecosistema de escándalos fabricados— aparece una mujer atravesada por su historia, no una protagonista de memes. Aparece alguien que, con luces y sombras, cierta torpeza afectiva o decisiones cuestionadas, está intentando liberarse de narrativas impuestos por otros.
Cuando dejamos de idealizar y pasamos a mirar desde la humanidad, algo hace clic.
Las figuras se vuelven gente.
Los errores se vuelven entendibles.
Y lo que parecía “problema de famosos” se transforma en espejo social.
Tal vez por eso vale la pena ver la nota completa. No para debatir quién hizo qué, o quién se equivocó más, sino para recordar que todos somos resultado de un camino que no elegimos al principio y que después tratamos de recomponer como podemos.
Si te interesa entenderlo desde ese lugar —el que mira más allá de la pantalla— te invito a buscar o ver aqui mismo mas abajo la entrevista de Mario Pergolini en YouTube. No para opinar sobre ella… sino para mirarla con la misma profundidad con la que te gustaría que miraran tus propias decisiones.
Porque, al final, cada persona carga una historia que intenta no repetir y un pasado que intenta dejar atrás.
Y esa es, quizá, la parte más humana de todas.
Ella seguramente poco le importa lo que reflexionemos nosotros o pensemos..pero si a alguien le sirve...
Jorge - Estudio Once
