El bienestar de los hijos es un tema central en cualquier separación. Es esencial comunicarles que no son responsables del conflicto y garantizarles que, aunque los padres se separen, ellos siempre estarán presentes en sus vidas. La falta de comunicación y la ausencia de uno de los padres después de la ruptura pueden generar en los niños un profundo sentimiento de abandono y afectar su desarrollo emocional, advierten los especialistas.
Stephanie Samar, psicóloga infantil española y doctora en Psicología, enfatiza la importancia de permitir que los niños expresen sus emociones. “Es fundamental validar sus sentimientos y evitar presionarlos para que acepten rápidamente la situación”, explica Samar. Frases como “Queremos saber cómo te sentís y no vas a herirnos si lo compartís” pueden ayudar a procesar las emociones de manera más saludable.
Para que el divorcio no se convierta en una experiencia traumática, es fundamental abordar el proceso con inteligencia emocional, social y espiritual. La coherencia en la crianza compartida, el respeto mutuo y el apoyo de profesionales especializados son pilares esenciales.
Finalmente, recordar que el divorcio no es un fracaso, sino una oportunidad para construir nuevos proyectos de vida, puede ser el primer paso hacia un cierre saludable que priorice el bienestar de toda la familia.
Fuente: Tn salud